Lágrimas de un Ángel de Guerra (fanfic saga Immortals After Dark) Regist12

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acid_burd

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Resumen






Nisha ha tenido un duro pasado, lleno de tormentos y torturas por un demonio que la creía su compañera. Ahora no quiere saber nada de ningún hombre, hasta que unos mortales la secuestran a ella y a su hermano. Uilleam McRiver, ha sido secuestrado por la Orden cuando los mortales secuestran a la mujer que el destino ha elegido para él, pero ella no quiere ni acercarse. ¿Conseguirá derribar las defensas de la fría guerrera?


Capítulo 1






Spoiler:



Capitulo 2





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Última edición por acid_burd el Jue Mar 14, 2013 1:33 am, editado 1 vez

Tetsu

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Realmente me ha conmovido, muy bella y triste la historia...

Te la haz arreglado para que el principe de fuego sea detestado y odiado por los lectores...

Como es posible que exista un ser tan detestable... Aunque alli mismo lo dice, es un demonio, no cualquiera, es el principe de los demonios de fuego, realmente no se como puede ser capaz de hacer eso, aunque sea demonio ha de tener sentimientos no ?...

Me ha conmovido el padre y su hermano Lyan, buscaron a su hija y hermana durante dias y un largo tiempo, segun lo leido. Cuando al fin la encontraron se dirigieron directamente a la fortaleza/cueva de los demonios sin pensarlo dos veces, fueron directamente al rescate, luchando y cortando las cabezas de los demonios, con gran valor, sin remordimiento alguno por haberle hecho a su hija/herman, los sonidos de las espadas y gritos de guerras estaban llenos de furia y odio.

Nisha la valquiria realmente me ha sorprendido, ha pesar de la tortura no ha se ha dado por vencida, con su alma de guerrera(si no lo es disculpa, por alguna razon se me ha hecho esa imagen de ella)y valor aguanto cada tortura del malvado demonio, soportando cada vez que jugaba con ella, cada vez que les hacia cosas horripilante, nunca perdio las esperanzas, esperando que su padre y hermano llegaran, su esperanzas florecieron y llegaron al rescate, esta ya no podia esperar mas, ya habia esperado durante mucho tiempo. Se ha hecho cargo de las cadenas y espadas que la tenian inmovilizada, rompiendose los tendones,huesos,nervios,arterias y perdiendo gran cantidad de sangre, se arrastra hasta el borde del acantilado y grita con fuerza.

Me ha conmovido tu historia eres muy buena escritora, te admiro, la continuaras no ?, me has dejado con ganas de mas...

Aunque lo siguiente :

Levantó la mirada y se encontró con los ojos azules de la bestia de su hermano. Alzó la mano del brazo sano y la cadena fría le rozó el cuerpo. Acarició el rostro de Lyan para asegurarse de que no era su imaginación, sus dedos dejaron un rostro de sangre en las mejillas de su hermano.

Donde dice dejando un rostro de sangre, tambien se puede escribir asi pero no se si lo allas querido asi, solo es para que sepas, porque talvez quisistes escribir rastro... jejej

Felicidades, nuevamente lo digo, me ha conmovido tu historia, me gusta, espero leer mas de ti!.

acid_burd

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Mil gracias por tus ánimos, de verdad que dan ganas de escribir en el mismo momento en que lo lees. Ya he corregido el fallo de rastro y rostro jeje. Gracias, no me había dado cuenta.

Por ahora tengo 4 capítulos escritos de este fanfic, los iré publicando y espero que te gusten.

Un besazo y mil gracias.

acid_burd

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Capitulo 2






En la actualidad

Isla de la Orden


Uilleam MacRieve golpeó con fuerza la pared de la celda en la que llevaba encerrado cuatro días. Giró sobre sí mismo y caminó en dirección contraria. Tan solo necesitaba tres pasos para alcanzar el otro extremo. Volvió a dar un giro de ciento ochenta grados y caminó hacia la otra pared.

Ese era todo su entretenimiento, tres pasos, giro, tres pasos y giro. Lo mismo una y otra vez. Pero ¿qué más podía hacer? Unos simples mortales le habían atrapado y encerrado en esa maldita caja de sardinas. ¡Unos mortales! ¿En qué posición le dejaba eso a él como guerrero? "Pareciendo un simple cachorro en un entrenamiento" pensó para sí.

Había quedado con su hermano gemelo Munro en un bar de Bourbon Street. Iban a pasar una noche estupenda con unas ninfas. Pero al girar en el callejón, le rodearon treinta o cuarenta mortales. Consiguió matar a la mitad con las garras y colmillos antes de que empezaran a dispararle con unas pistolas de energía. Le electrocutaron durante varios minutos hasta que de la nada apareció uno de los mortales que le clavó la hoja de la espada en el costado y luego la retorció unas cuantas veces.

La Orden siempre había sido un mito. Un grupo de mortales que se dedicaban a cazar a los inmortales para estudiarlos y experimentar con ellos. En aquella prisión de máxima seguridad las distintas razas de inmortales se iban acumulando.

Las celdas eran de hormigón muy grueso con un cristal a prueba de misiles que daba al pasillo. Pese a su increíble fuerza, no podía atravesar ninguna de las paredes. Todos los presos llevaban un collar al que llamaban Torquímetro que anulaba sus poderes. No podía liberar a la bestia que habitaba en él.

La Orden era una organización multinacional, nadie sabía quien los dirigía, quien movía los hilos de las marionetas que paseaban por el pasillo, pero la isla en la que se encontraban era dirigida por Declan Chase.

Volvió al volver a alcanzar la pared.

El comandante Chase tenía algo extraño, había algo no encajaba del todo en Hoja de Acero. Mierda, ¿cómo había podido caer de esa forma tan estúpida? "¿Me estaré haciendo viejo?" ¡No!

Sabía que Lachlain, su primo y uno de sus mejores amigos, rey de los licántropos ya habría movilizado a todos. Pero se rumoreaba que la isla estaba protegida bajo un hechizo, uno que impedía que esta fuera localizada.

Dio un gruñido al llegar a la pared opuesta y volvió a girar sobre sí mismo para seguir con la caminata.

-Al final cavarás una zanja de tanto ir y venir.

Li Chen, su compañero de celda era un tigre mutante. Un maldito mutante que se pasaba el día entero sentado en el catre, meditando. No le había podido tocar una succubae, deseosa de calmar su hambre de sexo con él, no. Qué suerte la suya, atrapado por uno humanos, encerrado en una celda más pequeña que la ducha de su casa, con un collar que no le permitía liberar a la bestia y con un monje como compañero de juerga. Uno que cuando se alteraba, lo único que hacía era alzar una ceja.

Quizás esa manera de actuar fuera más fructífera, al menos a lo que a comodidad se refería. Cada vez que un preso se ponía violento, los humanos gaseaban la celda, un gas que dejaba KO a cualquiera. Y cómo su hermano Munro diría.

Veces gaseadas por culpa de Uilleam, seis.

Veces gaseadas por culpa del mutante… cero.

Otros tres pasos y de nuevo, la maldita pared. Necesitaba correr, la bestia lo exigía. Solo quedaban tres días para el ciclo de luna llena y estaba encerrado en aquella maldita cloaca.

Cuando se llevaban a un preso para experimentar con el, le hacían una vivisección. Cuando terminaban con ellos, los guardias los devolvían a su celda a rastras, con grapas en el pecho que cerraban la piel. Los tiraban dentro de sus celdas a la espera de que se recuperaran. Animales, no eran más que animales.

Volvió a golpear la pared con un fuerte gruñido.

-Tranquilízate o nos volverá a gasear.

El tigre ni se había movido del sitio y que tuviera razón no hacía que él estuviera menos cabreado.

-¡Cállate, gato! –Volvió a girar sobre sí mismo para alcanzar de nuevo la pared opuesta.

-¿Si te tiro un hueso te calmarás, chucho?

Tal vez fuera la tensión de estar encerrado, o la mala leche acumulada o simplemente que el tigre le caía mal, pero no pudo aguantar más. Se tiró sobre él, que seguía sobre el catre con las piernas cruzadas. Le rodeó el cuello con las manos y ambos cayeron al suelo. Estampó su puño sobre el rostro del mutante, pero recibió una patada que le mandó al otro extremo de la celda.

Los presos de las celdas que les rodeaban empezaron a vitorear y a aporrear el cristal. Ambos contrincantes comenzaron a dar vueltas, cada uno buscando los puntos débiles de su oponente. Los mutantes son una de las razas más fuertes de la Tradición, igual que los licántropos, pero Uilleam, estaba muy cabreado.

Justó cuando volvió a estampar el puño en el rostro de su contrincante, la celda se llenó de humo.

-Te lo dije, perro. –Dijo Li mientras se sentaba en el camastro para evitar caerse de bruces. –Siempre nos acaban gaseando por tu culpa.

-Cállate, minino.

Uilleam se sentó en el suelo, con la espalda junto a la pared, justo a tiempo. Todo se volvió negro.


Columbia


Nisha cogió la parte interna del abrigo para limpiar la sangre de vampiro de la espada. Volvió a colocar la espada en la vaina de su espalda y limpio la segunda espada antes de volver a guardarla. Se quitó la capucha lentamente y miró el cielo grisáceo. Estaba a punto de amanecer y tenía pinta de llover.

Caminó lentamente hacia su hermano que permanecía con una rodilla apoyada en el suelo y una mano en el pecho, sobre el tatuaje con el símbolo de Woden. Dos cuervos en pleno vuelo. Lyan siempre rezaba, de la misma manera que lo habían hecho madre y padre, antaño.

Suspiró al recordad a sus progenitores que no eran deidades. Ambos habían fallecido ya, pero su recuerdo estaba muy vivo en ella.

Se situó a la altura de su hermano y le dio un apretón en el hombro.

-Dios padre duerme, hermano. Sabes que no puede oírte. –Le dijo suavemente al oído.

-Lo sé, Nis. –Suspiró, bajando la mirada al suelo. –Pero le prometí a madre que rezaría a tu Dios padre cada día como hacía ella.

Su madre siempre le decía que Woden y Freya dormían para guardar la poca energía que tenían. Estos se alimentaban de las oraciones y la devoción de sus súbditos, cosa que hoy en día escaseaba bastante. Los únicos que aún veneraban al Dios eran los berserkers, sus guerreros incondicionales y las valquirias, sus hijas, y ambas razas eran más bien escasas.

Ella había dejado de pedir ayuda a sus padres los Dioses hacía mucho tiempo, concretamente cuando su padre, o mejor dicho su padrastro cayó en batalla cuando ella había ido a hacer un favor a un conocido.

Desde aquel día no había vuelto a rezar a Woden ni tampoco había vuelto a ayudar a nadie.

-Woden no puede concederte nada. –Le dijo con un pequeño apretón en el hombro.

-Solo le pido que cuide del alma de padre y madre, estén donde estén.

Su hermano alzo la mirada para fijarla en sus ojos, y se perdió en ellos. El único aspecto físico que compartían era los ojos verde esmeralda que habían heredado de su madre, un verde que casi parecía de ciencia ficción. Nisha se parecía muchísimo a su madre, mientras que Lyan era igualito a Damian.

-También pido por tu alma, hermana.

-No te molestes Ly, mi alma hace mucho que se la quedó el diablo y la encarcelo en el infierno.

Tetsu

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He editado el post principal ayudandote para agregar el capitulo 2 y ponerlos en spoiler ^^.

Haku-Shinigami

Haku-Shinigami

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Muy linda la historia :B Que te puedo decir? Los personajes hacen que te encariñes rapido xD sabes describir las situaciones importantes, como Nisha y sus intentos por liberarse, o la tension dentro de la prision *-*

Solo que si te aconsejaria le quitaras redundancias y cosas asi o3o

Por ejemplo: Volvió al volver a alcanzar la pared.

De lo demas, me gustaria saber como seguirá =D

Felicidades! Muy buen trabajo!!!

Prueba

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asdadassadas
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